domingo, 19 de octubre de 2008

It shines

Ella caminaba por Pueyrredon y Corrientes, buscando la entrada al subte B. Caminaba entre la gente, pero sin embargo, alejada de todos. Su mente divaga en pensamientos sin importancia, como si estuviera en piloto automatico. Bajó la escalera y se acerco a la de la ventanilla de tickets, y lo vió. Era un chico alto, de pelo negro, ojos cafe claros, bien parecido. Tal como a ella le gustaban. Lo miró de arriba a abajo, era perfecto para ella. ¿Como seria? ¿Seria inteligente? ¿Gracioso? Quizas no era nada que a ella le importara , solo alguien molesto, engreido y aburrido, como todas las personas que conoce, y que no soporta.
Esperando a que el subte llegara, quizas para corrobarlo, se acerco a el. Solo a unos metros, solo para verlo mas de cerca. Nada diferente. "Por supuesto" pensó, "Es imposible saber como es, con solo mirarlo". Pero era hermoso. Su pelo caia detras de sus orejas, que estaban tapadas por auriculares. Caia tan suave y negro que se rio por lo bajo, pensando que deberia hacerse muchos baños de crema. Le causaban gracia los hombres que se cuidaban tanto como una mujer. Ella preferia la naturalidad, esa naturalidad que los hombres le halagaban a ella, pero que nunca imaginaban que era totalmente falsa. Pasaba horas frente al espejo, viendo que ropa combinaba mejor con su piel blanca y sus ojos celestes. Su pelo, simple y suelto, en realidad requeria miles de tratamientos que ella no dudaba en hacer, solo para verse mejor.
El subte llegó, repleto de gente como siempre pasaba a esa hora del dia. Los dos subieron al mismo tiempo, y para fortuna de ella, quedaron los enfrentados, apretados por el tumulto de gente, sin escapatoria. Lo vio aun mas de cerca y noto un pequeño piercing situado bajo sus labios. Le desagrabadan los aros y piercings, pero sin embargo, en él solo hacian mas notoria esa boca pequeña y deseable. Cuando quizo darse cuenta estaba mirando fijamente los labios de ese desconocido, completamente hipnotizada por fantasias lujuriosas."Quizas me vio" pensó "Que verguenza debo parecer una boluda" volvio a pensar y alejo la mirada rapidamente, totalmente avergonzada de si misma. Miro ese subte repleto de gente normal y aburrida, decidida a no mirar mas a su desconocido. Pasaron algunos minutos y el subte freno en alguna estacion que ella sabia que no era la suya.
Y en los pocos segundos de silencio que daba la quietud de la estacion, lo escucho. Un susurro, conocido para ella, palabras en otro idioma que ella conocia bien. "That's me on the corner, that's me on the spotlight..." Una voz gruesa, pero dulce, armoniosa, cantaba su cancion favorita, Losing my Religion, de R.E.M. Su desconocido le susurraba al oido la cancion que tanto habia escuchado cuando perdio a sus novios, cuando tuvo los peores dias de su vida, cuando todo estuvo mal. No pudo soportalo, y volvio a mirarlo otra vez, esta vez decidida a no mover la vista de el nunca mas.
Al volver a verlo, estaba con los ojos cerrados, perdido en la cancion que escuchaba en sus auriculares, esa que ella tanto amaba. La susurraba por lo bajo, moviendo lentamente sus hermosos labios.Ella,deslumbrada por aquella imagen, seguia la letra de su cancion a traves de los labios de su desconocido, que sonreia en las partes mas tristes. "I thought that I heard you laughing, I thought that I heard you sing". No podia soportarlo, estaba completamente unida por fantasias a su desconocido, quien al parecer aun no la habia notado. Necesitaba algo, necesitaba alguna señal, algo mas que diera a este sueño el permiso para poder hacerse real.
En alguna de las curvas de las vias, el subte giro violentamente, sacudiendo a todos lo que en el viajaban. El destino cumplio la señal de sus deseos y de su lujuria, y decidio que el violento movimiento los pusiera aun mas juntos, mucho mas.Su corazon le dio un vuelco. Era todo. Las señales habian respondido y le daban su chance. El abrió los ojos y la vio. Se estaban mirando. Ella vio sus ojos cafe, clavados en los suyos. Se estaban mirando. Sus labios tan cerca. Sentia un dejo de aroma a menta, probablemente de un chicle. Estaba paralizada, no podia moverse, no podia acomodar ninguno de los millones de pensamientos que la abordaban. Y cuando todo parecia ser nada mas que un momento incomodo para los dos, su desconocido la besó.
La tocó suavemente con sus labios, con la magia que el amor concede a los que se arriesgan. Era gentil, calido, embriagante. Se perdio en el beso con la mente en blanco. No pensaba nada, habia perdido la capacidad de razonar el momento. Solo sentia esos labios tan deseados apretados a los suyos moviendose lentamente, seduciendola como un sueño tan real que ella nunca hubiese podido soportar. Danzaba con el vaiven de los carriles, y el tiempo se movia tan lento. Años pasaron, la vida frenaba y se detenia a verlos brillar en su encanto magico, irreal. No hubo nada mas. Nada mas excepto la abrupta separacion que se produjo.
El subte freno alguna estacion, devolviendola a la realidad de un vagon lleno de gente que se bajaba rapidamente mientras otros subian. La verguenza, la desorientacion y la realidad cayeron en al escena, llevandola con la marea de gente que descendia, y de repente se encontró sobre el anden, mientras las puertas se cerraban sobre su amado desconocido y los separaban como si esos metros fueran kilometros de nada. Mas realidad cayo sobre ella y noto que afortunadamente estaba en su estacion de siempre. "Por lo menos me baje bien" penso mientras reia. Sabia que su dia iba a ser perfecto, y que obviamente no iba a poder concentrarse en toda la mañana. Penso que iba a hacer con su sueño, con esta fantasia que habia ocurrido y que aun no habia asimilado.
"Mañana cuando lo vea de nuevo, lo voy a invitar a tomar algo" pensó. Y subio las escaleras, saliendo de la estacion, dispuesta a seguir con su rutina diaria.

"ang

[Daphne - Losing my Religion]

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